“Technology is the answer. But what is the question?”

Francis Restoy
27 de abril de 2021 · 9 min de lectura

Esta famosa frase de Cedric Price, lleva dándome vueltas en la cabeza desde hace unas semanas. La frase —dicha en 1966— es siempre un excelente pretexto para reflexionar sobre cómo la tecnología, cada vez más presente en nuestras vidas, nos plantea preguntas que ella misma no puede responder y cómo, a mi modo de ver el diseño, puede dar respuesta y sentido a la tecnología… Me explico 🙂

Tengo la sensación de que muchas veces estamos confundidos con el valor del diseño, con cómo nos ayuda estratégicamente a entender la manera de ser relevantes. Creo que esta confusión se tiene, por un lado, porque entendemos que el diseño está muy relacionado al artefacto que materializa, ese objeto que se diseña; y, por otro lado, porque los diseñadores no hemos sabido comunicar el valor que tiene.

No hemos sabido entender y hablar el mismo lenguaje que habla negocio, y al final terminamos hablando sobre la interfaz que estamos diseñando. Ahí es donde siento que el diseño pierde gran parte de su valor.

 

“El diseño indaga en contextos que a su vez redefinen la estrategia de la cadena de valor”

 

El diseño va más allá del artefacto que materializa, va incluso más allá de los problemas que resuelve. Indaga en contextos que, a su vez, redefinen la estrategia de la cadena de valor. Al final y simplificando mucho, entonces el diseño es un proceso para la resolución de problemas y el entendimiento de contextos.

Perfecto, hasta ahí comprendemos cómo el diseño se empieza a alejar del artefacto que produce y se acerca a un enfoque más holístico del problema. Si entendemos el problema como parte de las hipótesis que lanzamos al entender la naturaleza del proyecto, asumimos que el problema no tenga certeza absoluta y estamos abiertos a que el mismo problema se rediseñe según avanzamos en el entendimiento del proyecto.

 

“El sentido de la vida del hombre es resolver los problemas que genera cada día por su existencia”

 

Muchas veces estos problemas son parte de la vida, ya que “el sentido de la vida del hombre es resolver los problemas que genera cada día por su existencia”, como diría Joaquina Fernández. Ese entendimiento del problema como parte de la naturaleza del ser humano ayuda a crear marcos de incertidumbre más flexibles por los que siempre navega el diseño.

Además, si entendemos el diseño como parte de un proceso para resolver problemas y entender contextos, estamos asociando el diseño como parte de la vida; ya que nos ayuda a resolver problemas que nosotros mismos nos creamos.

 

“El diseño es el relato que da sentido a la estrategia”

 

El maravilloso mundo de la estrategia nos invita a reflexionar sobre estos marcos de incertidumbre y nos hace darnos cuenta de que todas las estrategias no funcionan sin el diseño. El diseño es nuestro macguffin que hace disparar la trama, comenzar el relato.

El diseño es la fuerza gravitacional que hace que las partes y estrategias adyacentes cobren sentido. La data es data, la AI es AI, la tecnología es tecnología, cada una tiene un relato, necesitamos comprender ese relato y darle sentido por medio del diseño. El diseño es el relato que da sentido. Sin diseño somos tecnología y solo tecnología, no encontramos las preguntas a resolver.

 

“Las personas que entienden el problema como algo sistémico, mucho mayor que el problema en sí, están funcionando con mentalidad de diseñador”

 

También me gustaría desmitificar que el proceso de diseño es propiedad de los diseñadores. Todas aquellas personas de la organización que se acercan al problema poniendo al usuario en el medio y entendiendo el problema como algo sistémico, mucho mayor que el problema en sí, están funcionando con mentalidad de diseñador.

Recordad que el diseño va más allá del objeto que produce, ese objeto a veces usado como caballo de troya da entrada a múltiples players que vienen de diferentes áreas de expertise: desarrollo, data, procesos, etc. Todos forman parte de cómo ese pensamiento de diseño puede ayudar a la resolución de problemas, o como diría mi amigo Cesar Astudillo: “Empezamos a sentarnos en la mesa de los mayores”.

Sin entender que el proceso de diseño tiene una mirada multidisciplinaria y que es parte fundamental de la estrategia, va a ser muy difícil sentarnos en la mesa de los mayores. Al final, si no resolvemos los problemas más allá del objeto que producimos, de lo tangible, vamos a seguir orientados a una parte muy pequeña de cómo desde el diseño podemos generar impacto.

Entendemos que el proceso de diseño ayuda a entender la problemática más allá de la tecnología, más allá de la data, más allá de la pantalla con la que se relacionan las personas, entendemos que el proceso de diseño es parte de la estrategia en sí de la compañía a la que hemos tenido la oportunidad de ayudar.

 

“Si solamente nos limitamos a diseñar la interfaz estamos “lipstick on the pig end”

 

Claro, lo que sucede es que normalmente las empresas buscan resolver una necesidad puntual y esa necesidad suele venir asociada a una lista de funcionalidades, es decir al objeto que el diseño produce. En esas conversaciones iniciales con el cliente y con el entendimiento que tenemos sobre el proyecto, el grado de incertidumbre es muy alto y la expectativa del cliente es que le resolvamos el problema concreto que en ese momento tiene, o lo que ellos entienden por problema, que suele estar más cerca de lo tangible, una web, una app, un dashboard…

Sin embargo entendemos que ese encargo inicial es lo inmediato a resolver y casi siempre, como todos sabemos, viene con urgencia. Entonces, podemos usar ese artefacto que vamos a diseñar como caballo de troya para entender —según vamos avanzando en el proyecto— las verdaderas implicaciones que tiene y que están más allá del objeto que estamos diseñando.

Ese caballo de troya nos sirve para entender toda la cadena de valor, para entender a la organización (su contexto, burocracia, regulaciones, políticas, cultura, etc.) y así conseguir que el impacto del proyecto sea mucho mayor que el objeto de diseño que hemos producido. Si solamente nos limitamos a diseñar la interfaz estamos “lipstick on the pig end” y eso entendemos que no resuelve completamente los problemas que tiene el negocio.

Entonces, si entendemos que la problemática tiene mucho que ver con el contexto y el contexto tiene mucho que ver con la singularidad del ser humano, podemos plantearnos la respuesta a la pregunta inicial.

A mi modo de ver, el diseño es lo que nos ayuda a ver patrones, hacer conexiones y entender relaciones. Nos ayuda a que la tecnología tenga sentido y al final nos responde la pregunta formulada en el titular, the answer is design.

Referencias

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