Innovar sobre un marco metodológico escalable

Matias Gaffoglio
22 de diciembre de 2021 · 6 min de lectura

Para elegir las metodologías más adecuadas para un proyecto, debemos tener en cuenta el objetivo de la empresa y su roadmap digital.

 

En los últimos años, hemos presenciado un incremento de nuevas tecnologías que se han convertido en las mejores aliadas para la innovación en las empresas. El reto actualmente se encuentra en elegir las metodologías más adecuadas para el proyecto que se quiere abordar, teniendo en cuenta el objetivo de la empresa y el roadmap digital que se defina para alcanzarlo, entendiendo que cada fase va a necesitar de unas metodologías u otras.

En este sentido, para las empresas que buscan innovar y promover un cambio cultural, hay que soñar en grande pero partir de proyectos reales, pequeños pilotos desde los que ir aprendiendo y escalando dentro de la empresa, dejando los aprendizajes en el equipo.

 

El primer paso, hacer un diagnóstico del estado en que se encuentra una empresa

Para entender qué metodologías hay que aplicar en un proceso de innovación, debemos empezar con una fase de Discovery que nos ofrezca el entendimiento actual en que se encuentra una empresa y las capacidades con las que cuenta para contrastarlo en un framework de trabajo.

Esta fase resulta imprescindible para entender claramente dónde se encuentra una empresa en cuanto a innovación se refiere, cuáles son los activos con los que cuenta y qué puede conseguir potencialmente. Es importante entender muy bien la madurez de la organización para desde allí conocer cómo se puede evolucionar.

 Gráfico que muestra las 3 etapas de un proceso de Discovery en un proyecto de Transformación digital.

Para realizar un proceso de Discovery en un proyecto de Transformación digital tenemos 3 etapas claras: Comprender, Diagnosticar y Priorizar. Estas etapas representan los pasos para avanzar del ciclo actual a un siguiente ciclo y se realizarán siempre bajo los paraguas de la cultura empresarial y su necesidad de transformación. La culminación será la definición de un MVP.

A partir de este primer diagnóstico, existe la claridad de conocer dónde está el bloqueo y hacia dónde se quiere ir. Para ello, se definen roadmaps de acción que se contrastan con mapas de oportunidades para establecer desde el eje de esfuerzo-impacto, cuáles son los primeros pilotos sobre los que se va a trabajar, definiendo un primer MVP.

 

Ejecutar un piloto: agilidad para equivocarse rápido, aprender y mejorar

Una vez se han definido los pilotos, deben generarse squads autogestionados que llevan los MVP hacia adelante y cuentan con internal coaches que ayudan a dimensionar programas de crecimiento. La mentalidad está clara: ser ágiles, equivocarse rápido, aprender y mejorar. Las metodologías ágiles se fundamentan en un mindset en el que destacan 3 principios básicos: 1) Ofrecer valor lo antes posible; 2) Impactar positivamente en el negocio; 3) Aprender y mejorar constantemente.

Gráfico que define el modelo de trabajo de un Squad que cuenta con dos tracks.

Gráfico que define el modelo de trabajo de un squad que cuenta con dos track: Research & diseño y Desarrollo, y se organiza en Sprints semanales.

Las metodologías ágiles nos permitirán ir avanzando en iteraciones semanales o quincenales que nos ayudarán a ir mejorando nuestro trabajo y orientarlo a una entrega de valor temprana. Dentro de cada Sprint, el track de diseño define la arquitectura de información y el diseño de interfaz e interacción, validando cada decisión con usuarios reales que aseguren el desarrollo de un producto usable y relevante. Esto permitirá al track de desarrollo implementar con mayor velocidad y eficiencia. Ambos tracks se complementan en un engranaje que nos lleva a –finalizado cada release– medir y aprender para incorporar las mejoras en la siguiente iteración. 

 

Adaptar y escalar: consolidando las metodologías y creando un nuevo mindset

En esta etapa y partiendo de los aprendizajes obtenidos en la creación de los pilotos, es el momento de redefinir las estrategias de cambio y preparar la organización en términos culturales y de adopción del cambio.

Para ello, se debe trabajar en dos vías:

  • Definir las nuevas herramientas que se van a adaptar a la rutina regular de trabajo. El equipo debe adoptar las nuevas metodologías y herramientas a su trabajo diario en nuevos experimentos más ambiciosos, con múltiples equipos. El objetivo es seguir aprendiendo y mejorando las nuevas herramientas y formas de trabajo desde un mindset que fomente la innovación en la empresa.
  • Definir las personas que deben empujar los programas de transformación y qué personas deben dar soporte. Perfiles que se encarguen de llevar este cambio de mindset a toda la estructura organizativa, desde la capa directiva a los equipos de trabajo. Contar con coaches internos entrenados en la formación de los equipos. Y a su vez, con el soporte de otras áreas (Finanzas, IT, People…). 

 

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